Racismo e inmigración a Cuba
en el siglo XIX. Editorial Doce Calles, Aranjuez, 1996 (con Consuelo Naranjo)
A finales del siglo XVIII se produce una entrada masiva de esclavos
africanos en Cuba para fomentar el desarrollo de la industria azucarera que,
junto a la trata, fue uno de los motores del comercio mundial. Este incremento
de población esclava de color provoca a principios del siglo XIX ciertos
recelos en la clase blanca privilegiada e inicia el proceso de formación de
identidad nacional cubana. Este proceso se refleja en las opiniones de tres
cubanos: Francisco Arango, José Antonio Saco y José Martí. El proceso de
evolución cubano pasó de una nacionalidad cubana blanca a la integración racial
de los habitantes de la isla, considerada históricamente como ejemplar.
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