El estigma del color.
Saberes y prejuicios sobre las razas en la ciencia hispanocubana del siglo XIX, Tenerife, Editorial Idea, 2008, 2 vols.
El uso de la antropología y la medicina fueron elementos esenciales a
la hora de fundamentar la esclavitud, así como de justificar y atacar a
diversos trabajadores que se trajeron a Cuba incluidos asiáticos, yucatecos y
algunas poblaciones hispanas. Las ciencias biológicas y médicas aportaron un
significativo cuerpo de conocimientos que sirvió para justificar la exclusión
de diversas razas y etnias al considerarlas inferiores y sometidas a la
esclavitud; sirvió además para favorecer y descartar tipos de inmigraciones, y
aun se mezcló con la política en relación con los procesos independentistas,
ante el poder colonial de España. En esta obra se hace un análisis de esos
argumentos, en el periodo comprendido entre finales del siglo XVIII y todo el
siglo XIX. Que están presentes en el pensamiento de varias figuras cubanas y
españolas de la época, acorde con el de la antropología y medicina europeas de
entonces.
A lo largo de la historia, no solo los judíos, negros, indios y
asiáticos han sido clasificados como grupos inferiores y bárbaros a los que
urge colonizar y discriminar en nombre de una pretendida civilización, pero
ellos son los que en los últimos siglos han sufrido con mayor crueldad el
estigma asignado por ideólogos racistas que debían ser puestos en la picota
para escarnio de sus propugnadores. En algunos casos se hace evidente que los argumentos
esgrimidos para justificar el racismo, se basa más en cuestiones clasistas que
antropológicas en sí, sobre todo en Europa donde la población era racialmente
más homogénea (todos o en su gran mayoría blancos), por lo cual se creían
obligados a inventar otros criterios (psicológicos, morales, intelectuales)
para condenar a pueblos, grupos y etnias como inferiores.
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